Nuestra forma de ver la vida determina, en gran parte, cómo actuamos ante las situaciones.
Cuando estas interpretaciones son equivocadas, nuestra conducta también lo es
y nuestras emociones son negativas.
Las distorsiones cognitivas son maneras equivocadas de interpretar lo que sucede. Estas formas erradas, nos llevan a un pesimismo que nos hace sentir y comportar de forma negativa.
Ejemplo: si una persona se levanta en la mañana y, al salir de su cuarto, se tropieza, pensará "va a ser un mal día". Esta interpretación del hecho, le hará predisponerse a que su día está arruinado y, por tanto, sentirse de forma negativa sin motivo real.
Las distorsiones cognitivas más frecuentes son:
1. Extremos "todo o nada", "siempre o nunca".
Los hechos que nos ocurren son interpretados como "completamente buenos" o "completamente malos"; no se le encuentra un punto medio que pueda ser mucho más útil y nos predispone a actuar de forma extrema, sin moderación.
Ejemplo: "fracasé en mi última relación; por tanto, nunca me irá bien en el amor".
2. Sobregeneralización.
Consiste en concluir que "todo es así" por un solo caso.
Ejemplo: "este día no estuvo bien; toda mi semana se arruinó".
3. Personalización
La persona asume que todo lo que sucede en su vida, cómo están las personas o qué hacen, está relacionado con ella.
Ejemplo: "mi papá despertó enojado, ¿qué le hace?"; "mi pareja me engañó, ¿en qué fallé?".
4. Razonamiento emocional.
La persona interpreta y asume la realidad según sus emociones.
Ejemplo: "me siento triste, seguramente todos están igual".
5. El deber ser / el no deber ser.
El individuo, perfeccionista, se esfuerza por alcanzar lo que "debe ser", evitar lo que "no debe ser", por lo que se exige de más, provocándose gran estrés al estar persiguiendo un perfeccionismo imposible.
Ejemplo: "necesito esforzarme más", "no debo llorar".
6. Lectura de pensamientos.
La persona asume lo que otros creen y se pone mal por eso.
Ejemplo: "seguramente me están viendo", "seguro se están riendo de mí".
7. Adivinar el futuro.
Asumir que lo peor pasará, comportarse como si eso fuera seguro, siendo que el futuro jamás está determinado.
Ejemplo: "Me va a ir mal", "será un mal día", "va a salir mal esto".
8. Catastrofizar.
Imaginar y profundizar en el peor resultado posible, estresándote ante ello.
Ejemplo: "Tengo esta situación; seguramente saldrá mal, voy a fracasar, me sentiré horrible".
9. Etiquetar.
Dar adjetivos y calificativos a sí mismo y a las cosas; estos calificativos tienden a ser negativos y, por causa de ello, la persona se asume así y su autoestima baja.
Ejemplo: "soy desagradable", "soy tonta", "soy mala persona".
10. Abstracción selectiva.
De los acontecimientos y personas de su vida, quedarse únicamente con lo negativo.
Ejemplo: "Fue un mal día, porque el transporte de regreso tardó mucho tiempo".
Conclusión y recomendación
Como se puede ver, estas distorsiones son completamente erróneas, pues se ignoran las causas verdaderas de aquello que pensamos y solamente se asume, sin bases reales, adaptando la conducta a lo negativo que se piensa.
La Terapia Cognitivo Conductual se enfoca en corregir estas distorsiones, de manera que, al hacerlo, la persona logre sentirse y comportarse de mejor forma en su vida diaria.